Documento de Opinión del IEEE 60/2019, de 24 de junio: Oriente Medio. Equilibrios y tensiones
La región del golfo Pérsico vuelve a estar sometida a una situación de gran tensión,
fundamentalmente debido al abandono estadounidense del Acuerdo Nuclear, o Plan de
Acción Integral Conjunto, en mayo de 2018 y la derivada reimposición de sanciones
comerciales a Irán. Unos hechos que no son sino consecuencia del desequilibrio en el
orden regional que dio lugar a la retirada del núcleo principal de la fuerza militar
estadounidense desplegada en el área a partir de 2011. El fin de la presencia militar
masiva de los EE. UU. proporcionó a Irán la oportunidad para expandir su influencia a lo
largo de toda la región, aprovechando los numerosos conflictos que existen en esa parte
del mundo, una situación que ha dado lugar a una importante percepción de inseguridad
en los aliados regionales estadounidenses. Así, los EE. UU. ahora tratan de restablecer
el equilibrio regional, recortando la capacidad de Irán para intervenir en las naciones de
su entorno, mediante unas sanciones reforzadas que reduzcan la capacidad de
financiación del régimen de Teherán; intento al que responde Irán mediante amenazas
de uso de la violencia y presión diplomática, lo que ha provocado un incremento, aunque
limitado y posiblemente temporal, del despliegue militar estadounidense en el área de
Oriente Medio.
Irán, presión máxima
Enrique Mora
La política exterior norteamericana ha cambiado, al menos en sus formas. La novedad más llamativa es aplicar, sea cual sea el asunto en cuestión, una única técnica para conseguir el resultado deseado. La idea es muy simple: ejercer la llamada “máxima presión” para obligar a la otra parte a sentarse a la mesa de negociaciones. Es la práctica mantenida con Irán. Leer más…
Turquía, en el aire
Las relaciones entre Turquía y EEUU acumulan agravios mutuos que podrían poner en riesgo la pertenencia turca a la Alianza Atlántica. Leer más…
La última vez que Estados Unidos fue a la guerra en Medio Oriente fue en Iraq en 2003. Hubo conmoción y asombro, el dictador Saddam Hussein cayó en semanas y siguieron años de insurrección terrorista. Pero, actualmente, una guerra con Irán no sería igual porque existe el riesgo de que se expanda rápidamente a toda esa región y que Irán use su red de terceros para atacar a EE.UU. y a sus aliados lejos de su territorio.