Este trabajo colectivo examina las perspectivas y desafíos que afronta España en los escenarios mundial y europeo, dominados en 2020 por la irrupción del virus COVID-19. Se trata, además, de la octava edición de la serie periódica que elabora el Real Instituto Elcano para analizar la posición internacional española de cara al año y hacer balance del anterior. En primer lugar, el documento presenta una panorámica general que, con el coronavirus de fondo, viene marcada por el arranque de una nueva Legislatura tras la repetición electoral de 2019 y los planes de acción exterior del nuevo Gobierno de coalición. A continuación, se examinan las distintas dimensiones que conforman el contexto económico y de seguridad, muy condicionado por la alerta de salud global y sus efectos en la creciente rivalidad geopolítica chino-estadounidense. Se presta luego atención a la UE y al papel a jugar por España en el ciclo político que durará hasta 2024, si bien el momento viene igualmente marcado por el impacto de la crisis sanitaria en todos los órdenes de la integración. En cuarto lugar, se repasan las previsiones de la política exterior española en otras regiones geográficas (América Latina, EEUU, Mediterráneo, África y Asia-Pacífico), en gran parte caracterizadas por las convulsiones domésticas. Por último, se analiza el papel de España en la gestión de los asuntos globales, también afectados por la pandemia, tanto por lo que respecta a la gobernanza como a los contenidos de la Agenda 2030 (política de cooperación, acción climática, derechos humanos e igualdad de género). El documento se cierra con unas breves conclusiones.
¿Qué reformas en la eurozona son necesarias para hacer viable un Plan Marshall europeo?
La crisis de la covid-19 plantea la necesidad de tomar medidas urgentes para salvaguardar la economía mientras se adoptan medidas de confinamiento. No solo a escala nacional, sino a nivel europeo. Pero el activismo de algunos ejecutivos –como el español, que a principios de la semana pidió un Plan Marshall para la Unión Europea– contrasta con las reticencias de otros, como el alemán y el holandés, reacios a la emisión de coronabonos que permitan mutualizar la deuda pública de la zona euro. Preguntamos a los expertos por las modificaciones que la unión monetaria necesita para encajar el aumento del gasto público durante la lucha contra la pandemia.
Intervienen:
Joaquín Almunia | Presidente del Centre for European Policy Studies (CEPS)
Marta Domínguez Jiménez | Economista e investigadora en Bruegel
José Juan Ruiz | Técnico comercial y economista del Estado
Ernest Urtasun | Vicepresidente de Los Verdes en el Parlamento Europeo y miembro de En Comú Podem
Rusia se ha mostrado optimista y vencedora. Ha fanfarroneado de su supuesta capacidad para impedir que el COVID-19 se propague en su territorio y en el de sus asociados, tanto como de su imbatibilidad en la guerra de precios del petróleo que le declaró Arabia Saudita por negarse a reducir la producción de crudo para estabilizar el mercado.
El Estado tiene más poder que la UE, tiene muchos más recursos físicos y puede movilizarlos más rápido. En la UE no hay eurobonos, el presupuesto de la UE es solo del 1% y no tiene ejército ni policía. Es una realidad que la UE tiene muchas carencias, pero también cuando la gente está decepcionada y enfadada es más proclive a darse la vuelta, volver a su tribu y guarecerse en sus fronteras. Es un momento muy peligroso para la UE. Veremos qué hace el Banco Central Europeo.
Resumen:
El auge de China como potencia ha traído consigo un nuevo escenario de competencia
estructural entre Washington y Pekín. Y en esta competencia, la supremacía
tecnológica juega un papel fundamental. La Unión Europea, actor sin autonomía
tecnológica, se ha visto presionada por ambas potencias para vetar o incluir a Huawei
en las redes 5G. Este es el primer ejemplo de una situación que tiene visos de
alargarse en el tiempo. En este nuevo escenario, en el que el desarrollo tecnológico es
indispensable para la autonomía y el poder, y que se caracteriza por la competencia
geopolítica, los Estados miembros no pueden competir separados. Es el momento de
repensar nuestro papel a escala global y de pensar en medidas ambiciosas para poder
ser autónomos y competitivos
Las medidas de emergencia adoptadas por Donald Trump revelan la debilidad de su gobierno, contrariamente a lo ocurrida en China donde corroboraron la fortaleza del gigante asiático.
Como en China. Los estados volverán a establecer controles en los mercados conforme avanza la influencia china. Aquél que no lo haga irá a la ruina como EEUU, o será absorbido por el pez grande. Este es el caso de la Unión Europea, primero en la órbita norteamericana y ahora cazada como un ratón en la órbita china.