¿Dejaremos atrás la globalización y entraremos en una fase de mayor proximidad en gobernanza y economía?
¿Vamos a una evolución hacia un mayor autoritarismo de los Estados?
La experiencia nos dice que cuando la sociedad ‘demanda’ seguridad, los poderes se refuerzan y los ciudadanos dejamos de vigilar los excesos. Sin duda, este es un caldo de cultivo propicio para el surgimiento de cesarismos, caudillismos, concentración de poder y atribución de poderes excepcionales”.
¿Será la nueva realidad el fin del dominio de Estados Unidos y el nacimiento del nuevo liderazgo mundial de China?
Conclusiones: la opinión en general de los cuatro analistas consultados es que no desaparecerá la globalización, habrá riesgo de autoritarismo, y el reparto de nuevos roles en la geopolítica cambiará sustancialmente.
La COVID-19 ha cumplido con creces los cánones y objetivos de un arma biológica como parte de las armas de destrucción masiva (ADM); producir, incrementar y expandir un miedo desproporcionado y excepcional entre la población y los Estados, para, en breve, traducirse en un tremendo caos e imparable descontrol en todos los aspectos, con repercusiones sanitarias, políticas, económicas, sociales y de relación
Si a ello le añadimos que la OMS ha estado vacilante, la OTAN no ha servido ni está preparada para combatir una pandemia biológica ni para asistir en modo y forma a sus aliados necesitados, que la UE no ha sido capaz de encapsularse a tiempo, que países como Italia y España, abiertos y campechanos como buenos mediterráneos, están en manos de Gobiernos timoratos, muy poco preparados y nada previsores que no quisieron anticipar sus medidas precautorias aun cuando el problema estaba bien patente y desarrollado y que, al menos, tres egocéntricos gobernantes como Trump, Boris Johnson y Bolsonaro (más de uno de ellos, real o ficticiamente contagiado) se hayan reído del mundo y de la amenaza en ciernes, exponiendo a países muy poblados en peligro de grandes contagios y fallecimientos, llegamos a la conclusión de que, por desgracia, nos lo tenemos muy bien merecido.